El disparate comienza en el propio escenario donde transcurren las particulares peripecias del Mundodisco. Como su nombre bien indica, la acción transcurre en un mundo plano con forma de disco, con la particularidad de que su peso descansa sobre las espaldas de cuatro elefantes gigantes, que a su vez se posan sobre una mastodóntica tortuga estelar, de nombre Gran A´Tuin, que viaja por el espacio en su interminable devenir cósmico. Un mundo perfectamente posible según las caprichosas leyes de la física, pero no me negareis que resulta más asumible bajo la perpectiva del consumo periódico de substancias alucinógenas. Otro de los puntos fuertes de la obra de Pratchett, es la perfecta recreación de este particular mundo, haciendo sentir al lector como en casa cada vez que nos sumerge en alguna de las localizaciones recurrentes de su obra, como la pérfida ciudad de Ankh Morpork, los muros de la Universidad Invisible, los picos de Lancre y muchos parajes de fantasía tan bien descritos y con una personalidad tan fuerte que realmente sentiremos haber estado allí.
Pero sin duda el punto fuerte de las novelas del Mundodisco son su personajes. Estos personajes alternan el protagonismo de las novelas, centrándose cada una de ellas en uno en concreto, si bien tambien existen novelas protagonizadas por personajes de una única aparición. El más característico de estos personajes es el mago Rincewind, cuyas dotes para la magia son prácticamente nulas, pero para su fortuna su mayor habilidad es escapar de situaciones fatídicas en las que tan poco le gusta verse envuelto, y que sin embargo parece atraer como un imán. Siempre acompañado por su fiel arcón mágico, el equivalente en forma de cofre de viaje con patas a un tanque Panzer con armamento nuclear. Y no menos carismáticas son el peculiar aquelarre de brujas que protagonizan alguno de los mejores momentos de las novelas, formado por la severa Yaya Ceravieja, Magrat "Ajostiernos", y Tata Ogg, cuya célebre canción del puercoespín no es apta para horarios infantiles. Y por supuesto LA MUERTE, encargada de la transición de las almas de los mortales fuera del Mundodisco, y que protagonizará varias crisis existenciales en sus aventuras. Junto a estos y otros protagonistas, encontramos un no menos genial elenco de secundarios, que hacen apariciones estelares en las novelas, y que dan cohesión y empaque a este loco universo. Tanto unos como otros, derrochan carisma, personalidad y fuerza, protagonizando momentos memorables que harán que nos den varios ataques de risa.
Humor inteligente, mordaz, con alto componente de crítica social, con un desarrollo siempre sorpredente, siendo críptico en no pocas ocasiones, narrando parte de la historia de forma inconexa,en segundo plano, como entre enigmas, para acabar encajando todo en unos golpes de guión memorables. Siempre apoyado por sus hilarantes piés de página, unos personajes desternillantes, y los mejores diálogos de humor que un servidor ha tenido el placer de disfrutar en su vida. Y por si fuera poco, leves insinuaciones a la obra de autores como Lovecraft o Shakespeare entre otros hacen acto de presencia a lo largo de las novelas. Pese a que se pueden disfrutar en cualquier orden, algunas historias siguen una cronología, especialmente las protagonizadas por un mismo personaje, por lo que es adecuado leerlas en su correcto orden. Recomiendo visitar la siguiente página, donde podreis ver el órden en que leerlas, junto con un montón de información interesante sobre el autor, las novelas y todo lo que les rodea.
Hasta aquí esta breve reseña a este loco universo de magia y fantasía. Actualmente existen traducidas al castellano más de 30 novelas de la serie del Mundodisco, y gracias a Dios el señor Pratchett continúa sacando nuevas historias de este genial universo. Recomiendo de forma encarecida su lectura, el señor Pratchett y yo os garantizamos que no podreis borrar la sonrisa de vuestro rostro durante las horas que paseis en este mundo donde el disparate es el pan de cada día. Recuerdo cierto viaje en tren, en el que entré al vagón al borde del llanto tras un día nefasto, y a los 15 minutos estaba pasando no poca vergüenza ante las atónitas miradas que me dirigía la mujer que tenía sentada enfrente debido a mi dificultad para mantener la compostura ante las locuras narradas por este genial mago del humor.
Es hora de la despedida, mi querido lector constante. Quién sabe, tal vez nos encontremos en algún mágico viaje a los mundos de fantasía del señor Pratchett.
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