Como gran amante de la música, aprender a tocar la guitarra
ha sido uno de mis grandes sueños en la vida. Por desgracia, nunca he tenido la
dedicación y el tiempo necesarios para ponerme seriamente a ello. Hace ya
bastantes años me compré una guitarra eléctrica baratita, una Peavey Raptor, y
quedaba de vez en cuando con unos colegas para que me enseñaran a tocar algo. Y
por aquel entonces, mi estimado lector constante, mi sueño más húmedo era
poseer el arma de destrucción masiva en forma de guitarra eléctrica que la
prestigiosa firma de guitarras B.C. Rich desarrolló siguiendo las directrices
de Mick Thompson, guitarrista de la banda de metal “Slipknot”, la “B.C. Rich
Mick Thompson NJ signature Warlock”.
Y es que cuando hablamos de un instrumento que además de
como guitarra, podría haber servido perfectamente como arma en las Cruzadas, la
cosa se pone seria. Basándose en el clásico modelo “Warlock” de B.C. Rich, los
diseñadores de la afamada marca de guitarras americana trabajaron codo con codo
con el señor Thompson para crear esta guitarra “custom“ que bien podría pasar
por un retorcido elemento de tortura de la Santa Inquisición. Esos ángulos morbosamente
afilados e hirientes de su cuerpo de caoba, ese clavijero modelo ”Widow” que
apuntado de la forma correcta podría valer para atracar un banco, y ese color
rojo sangre que parece sugerir que ya se ha empleado para matar con
anterioridad, hacen de esta maravilla un oscuro objeto de deseo.
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| Mick Thompson durante un concierto con Slipknot |
En el plano constructivo, la “B.C. Rich Mick Thompson NJ
signature Warlock” posee un cuerpo de caoba, mástil de arce duro, diapasón de
palorrosa de 24 trastes tipo “jumbo” y clavijero modelo “widow”. Las encargadas
de liberar al demonio que lleva dentro esta preciosidad son 2 pastillas tipo “Humbuckers”
EMG-HZ. En cuanto a los controles, como en toda buena arma que se precie de
serlo, simples pero efectivos: un control de volumen y un selector de pastillas
de 3 posiciones. Y por si todavía queda algún pequeño vestigio de duda acerca de
las malvadas intenciones con que este instrumento de dolor fue creado, en lugar
de los clásicos puntos de posición del diapasón, encontramos grabado un claro y conciso mensaje de 4 letras: “HATE”
(odio).
Con respecto al sonido, las apariencias no engañan. La “B.C.
Rich Mick Thompson NJ signature Warlock” es un instrumento del mal, en todo su
amplio sentido… Esta fiera da lo mejor de sí cuando la distorsión del ampli
alcanza niveles cercanos a lo insano… Y
pese a que como guitarra de calidad que es también proporciona un sonido limpio
de gran nivel, no esperéis ver a esta bestia en manos de blandengues tipo
Bisbal o Pablo Alborán… No sabrían domar a esta fuerza demoníaca desatada y lo
único que conseguirían es hacerse “pupa” (se sacarían un ojo con el clavijero o
verían alguno de sus miembros vilmente cercenado por la afiladas “cutaways” de
esta bestia parda…) Y es que no debemos olvidar que esta guitarra fue diseñada
para que los electrones dancen su mágico baile al son del implacable pulso del
señor Thompson…
Dado que este modelo ya no se fabrica debido a que
actualmente Mick Thompson usa guitarras de la marca “Ibanez” (contando también
con su modelo “signature”), es difícil de encontrar salvo de segunda mano o
stock sobrante en tiendas… Si mal no recuerdo este modelo fue lanzado alrededor
de 2002, a un precio que rondaba los 1500 euros, no muy elevado para tratarse
de un instrumento de gama media /media-alta. La guitarra se vendía en un precioso estuche con forma de ataúd.
Otro de mis sueños inconfesables sería tener la oportunidad
de tocar junto a mi amada sexy vampira Marceline… Y el único instrumento sobre
la faz de la tierra que no palidecería ante el bajo-hacha de Marceline es esta
encarnación afilada del mal en forma de guitarra… Es hora de limpiarse la babas
y terminar esta reseña con la frase que ahora mismo mejor refleja el sentir
general:
“Póngame 3”
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