Muchos son los factores que me han llevado a ser el elemento
que soy. Aquellos afortunados que comparten conmigo el “sufrimiento diario”,
conocen ciertas “disfuncionalidades” en mi entorno más cercano que tienen parte de culpa… “Pecata minuta” si lo
comparamos con el hecho de tener como ídolo de mi infancia/adolescencia (es
difícil discernir el momento exacto en el que atravesé tan crucial cambio… y
más difícil todavía si tenemos en cuenta que aún estoy en ello…) al genial
personaje que protagoniza la entrada del blog de hoy.
Y es que la foto del “enfant terrible” al que rendimos hoy
tributo en el blog de Yago debería aparecer en el diccionario junto a la
definición de la palabra díscolo… Maravilloso y genial futbolista, gladiador
incomparable de este circo moderno que es el deporte del balompié, azote de
rivales (y de compañeros, entrenadores y aficionados …). A buen seguro aún hoy,
más de 15 años después de su retirada, los agradecidos seguidores del
Manchester United rendirían una sentida reverencia con solo escuchar el nombre
del que durante 5 años fue su soberano… Eric “The King” Cantona, el “rey
demonio” de los diablos rojos de Old Trafford.
Eric Cantona nació en Marsella el 24 de mayo de 1966. Inició
su carrera deportiva en el club local lSO Caillolais. Curiosamente, siguiendo
los pasos de su padre, comenzó su andadura futbolística como portero. Bendito
el momento en que decidió desechar tan impía idea para ser delantero (seamos
sinceros, siendo un porterazo, Iker Casillas es más admirado por beneficiarse a
Sara “¿Iniesta te gustaría haber tirado un penalti?” Carbonero que por su
desempeño futbolístico…)
El debut profesional de Cantona tuvo lugar el 5 de noviembre
de 1983, en el Auxerre francés, de la mano del mítico Guy Roux (jugó en el
Auxerre de 1952 a 1961, y fue entrenador del mismo de 1961 a… ¡2005!, período “algo
superior” a la duración media de un entrenador en España…). En 1984 su carrera
sufrió un paréntesis para cumplir el servicio militar. Volvió cedido al
Martigues de la segunda división francesa, para retornar posteriormente al
Auxerre. Pronto comenzaron sus tristemente habituales problemas disciplinarios.
En 1987 agredió a su propio compañero, Bruno Martini, lanzándole una bota a la
cara. Este sería el primero de muchos incidentes, incluyendo entradas
criminales a rivales, desplantes a la camiseta de su equipo, e incidentes de
diversa índole con sus propios compañeros. Durante su periplo por el fútbol
francés pasó por las filas del Marsella en 2 etapas (ganando las ligas de las
temporadas 88-89 y 90-91), Burdeos, Montpellier (ganando la copa francesa en la
temporada 89-90) y finalmente el modesto Nimes. En diciembre de 1991, jugando
un partido con el Nimes, lanzó de forma muy violenta el balón contra el árbitro
al no estar de acuerdo con una de sus decisiones (algo “curiosamente” habitual
en el bueno de Eric…). Fue convocado a un comité disciplinario, y al oír la
sanción inicial impuesta de 1 mes, se acercó tranquilamente al estrado, y
calificó uno por uno a los miembros del comité como idiotas… La sanción se
aumentó a 2 meses ante la desfachatez del genial pero incendiario galo. A raíz
de la sanción, Eric Cantona anunció su retirada del fútbol el 16 de diciembre
de 1991.
Por suerte, el destino nos deparó la oportunidad de volver a
disfrutar de este depredador del área en su hábitat natural. El por aquel
entonces seleccionador galo, un tal Michel Platini, siendo gran fan de Cantona, lo convenció para
que volviera. Siguiendo los consejos de Gerard Houllier, Cantona decide probar
suerte en el fútbol inglés. Tras pasar una prueba con el Sheffield Wednesday,
este equipo declinó ficharle (podríamos establecer una analogía con cierto
chiste sobre un pastor y un ojeador del Madrid…). Finalmente ficha por el Leeds
United, con el que gana la liga inglesa y la Charity Shield ese mismo año, en
la temporada 91-92. Al año siguiente ficha por el Manchester United por
petición expresa de Sir Alex Ferguson, siendo decisivo en la consecución del
título de liga esa temporada, y convirtiéndose en el primer futbolista en ganar
la liga inglesa con 2 equipos distintos de forma consecutiva. Y así se forjó la
leyenda del rey Eric, durante 5 temporadas en las se ganó los corazones de la
exigente hinchada de Old Trafford, en las que el Manchester United ganó las
ligas 92-93, 93-94, 95-96 y 96-97, así como la FA Cup 93-94 y 95-96 y la
Charity Shield del 93, 94 y 96. Anotó un total de 80 goles para el Manchester,
para retirarse finalmente en 1997 a la edad de 31 años.
Siendo lo gran futbolista que fue, es triste el pobre bagaje
de Cantona a nivel de selecciones nacionales. Debutó con Francia en agosto de
1988 de la mano de Henri Michel. Por desgracia, Eric tuvo a bien dirimir sus
diferencias con el seleccionador llamándolo literalmente “saco de mierda” en un
programa televisivo. Como consecuencia, Cantona fue suspendido de la selección.
Michel no duró mucho como seleccionador, y fue substituido por Platini, seguidor acérrimo de Cantona,
que volvió a la selección. En la Eurocopa de Suecia de 1992, Francia y Cantona
fracasaron estrepitosamente al ser eliminados en primera fase sin ganar un solo
encuentro. Y mayor fue el fracaso de no clasificarse para el mundial de Estados
Unidos de 1994, al perder en el estadio del Parque de los Príncipes por 1-2
frente a Bulgaria, con golazo final del búlgaro Balakov, en un partido que les
valía empatar para haberse clasificado. Finalmente, y pese a que Aimé Jacquet
nombró a Cantona capitán de la selección francesa de cara a la preparación de
la Euro 1996, Cantona debió abandonar la selección a causa de la sanción acaecida
a raíz del triste incidente de Selhurst Park de 1995 del que hablaremos más
adelante. Cantona nunca llegó a disputar un mundial de selecciones.
Careciendo de la elegancia de otros ases del balompié, Eric
Cantona se caracterizaba por ser una fuerza desatada de la naturaleza (desatada
en todos los sentidos…), no exenta de una gran técnica, y un excelente olfato
goleador. Su carácter chulesco y altivo, con esa solapa del cuello de la
camiseta subida tan característica (por supuesto yo imité hasta la saciedad
esta peculiar costumbre…),marcó su carrera. Un futbolista genial al que su personalidad
impidió alcanzar cotas más altas a las que sin duda estaba destinado. Y un
ídolo personal para mí en la época en la que comenzaba mi andadura
futbolística, que dejó una huella imborrable en mi memoria.
Deleitémonos con algunos de sus mejores momentos:
Comenzamos con una de las acciones más míticas de Cantona
sobre un terreno de juego,el legendario golazo al Sunderland de 1996, un
recuerdo impagable de tiempos pasados que me marcó en su momento. Y es que si
hay que ser un genio para meter semejante golazo, lo de la brutal celebración,
mirando desafiante al tendido buscando algún pobre incauto que ose poner en
duda su soberanía, está solo al alcance de un iluminado... (Alguno se cree muy
mayor por celebrar golitos diciendo “aquí estoy yo” y pidiendo calma al
respetable… Me gustaría verlo intentar mantener esa mirada asesina de Cantona
durante una décima de segundo…con razón está triste el pobre…)
Vamos a recuperar ahora un momento inolvidable del pasado: el mítico anuncio de Nike de 1996, donde se reúnen una pléyade de estrellas para desafiar a las fuerzas del mal en un partido de fútbol. Cantona protagonizó varios anuncios para la firma Nike (una vez retirado incluso hizo sus pinitos como actor…), siendo esta inolvidable pieza audiovisual el más recordado de todos. Se nota que la cámara adora al gran Eric (impagable la cara que le dedica al “pardillo” Maldini al comienzo del anuncio…) Y vaya si nos marcó este anuncio. Si no repetimos mil veces en nuestra infancia ese gesto final del anuncio del maestro Cantona no lo hicimos ninguna (por supuesto siempre esperando que el balón prendiera en llamas y atravesara al incauto portero, y por supuesto como siempre las caprichosas leyes de la física nunca tuvieron a bien conceder mis humildes deseos…) Y es que por aquella época, directamente a calzarle un h%$#”ón al balón le llamábamos hacer un “Au revoir” :)
Desgraciadamente, y como ya hemos comentado repetidamente, muchas han sido las sombras que han empañado la carrera de Cantona. Y la más grave y tristemente recordada es el lamentable incidente ocurrido en Selhurst Park el 25 de enero de 1995. En un partido frente al Crystal Palace, Cantona es expulsado tras propinar una patada a su defensor tras un forcejeo. Mientras se dirigía al túnel de vestuarios, Cantona responde a un aficionado que le estaba increpando gravemente propinándole una brutal patada de kárate seguida de varios puñetazos. Cantona fue condenado a 2 semanas de prisión, que finalmente pasaron a ser 120 horas de servicios comunitarios, y recibió una sanción de 8 meses de inhabilitación para la práctica del fútbol, extendida por la Fifa a nivel mundial. Su propio club lo sancionó con suspensión de empleo y sueldo. Aquel año el Manchester United perdió la liga en favor del Blackburn Rovers (única liga que Cantona no ganó en su estancia en Manchester) y la sanción supuso el adiós definitivo de Cantona a la selección nacional francesa. En una rueda de prensa posterior para aclarar el incidente, Cantona dejó una de sus perlas más recordadas: ante la atónita mirada de los asistentes, Cantona dijo de forma deliberada y concisa “Cuando las gaviotas siguen al pescador es porque creen que se van a tirar sardinas al mar”, tras lo cual se levantó y se marchó tranquilamente, dejando la sala patidifusa…
Sería un delito lamentable que esta triste imagen fuera el recuerdo final de nuestro genial protagonista, así que alegremos nuestra vista y nuestro espíritu con algunas de las mejores obras de arte que este genio tejió sobre el verde tapiz de los estadios de fútbol que tuvieron la enorme fortuna de ser conquistados por el rey Eric:
Y aquí, mi estimado lector constante, termina la reseña (algo extensa sí, pero el bueno de Eric no se merece menos, y no queremos que se enfade, ¿verdad?...) de hoy. Solo queda levantar las solapas de los cuellos de nuestras camisetas, otear el horizonte con mirada desafiante, y rendir pleitesía a este monarca iluminado de los terrenos de juego.
“1966 fue un gran año para el fútbol inglés, nació Eric
Cantona…”
Aunque era muy bueno, mejor era uno de sus contemporaneos http://www.youtube.com/watch?v=abOvv2feEcs , y al que no le hacía falta hacer parvadas para que se fijasen en él
ResponderEliminarEl chaval no era malo, pero como tú mismo dices no hacía parvadas, ni llevaba el cuello subido, ni hacía tiros de fuego... Válido como ídolo de un teleco, pero para entrar en el panteón de los dioses de un ingeniero industrial hace falta muuuucho más :P
EliminarMuy bueno el vídeo, gracias por el aporte :)
Corrección en tercer párrafo, cuarta línea: donde pones "siendo un porterazo" sería más correcto (muchísimo más) escribir "siendo el mejor portero del mundo (aunque últimamente se coma la mayoría de los goles) del fútbol moderno"...
ResponderEliminarPD: No me atrae físimamente Sara Carbonero, en serio.